“Los niños deben escribir a mano"

En este momento, su cerebro está realizando una proeza asombrosa: está leyendo”. Así comienza su libro El cerebro lector (Siglo XXI Editores) el neurocientífico francés Stanislas Dehaene. Es que aunque parezca lo más natural del mundo estar leyendo esta página, hoy se sabe que esta habilidad humana se apoya sobre mecanismos neuronales primitivos. 
Nuestro cerebro al nacer no cuenta con áreas específicas dedicadas a la lectura. Aprender a leer altera la arquitectura cerebral, parte de la jerarquía neuronal se reconvierte para la nueva tarea de reconocimiento de letras y palabras”, explica Dehaene, profesor en el Collège de France y considerado el máximo referente en neurociencia del lenguaje.
Matemático y doctor en psicología cognitiva, también es uno de los investigadores que más ha estudiado la dislexia. “Se trata de un problema biológico y, en muchos casos, genéticamente predeterminado que impide la migración de un sector de neuronas hacia la zona donde luego cumplirían la función de reconocimiento de palabras escritas. Es muy importante para los docentes entender que pese a ser un problema de raíz biológica se puede solucionar. La forma de tratar la dislexia es enseñar del mismo modo que se les enseña a leer a los chicos sin dislexia a partir de la conversión de letras en sonidos, sólo que con mayor énfasis y más práctica".
"Hay que hacer una distinción muy grande entre el lenguaje oral y el escrito -aclara- porque en términos de adquirir una lengua estamos hablando de lenguaje hablado. Hemos visto que el sistema del lenguaje hablado está especificado para los humanos y que probablemente hemos evolucionado para poder adquirir lenguajes durante los primeros años de vida. Esa plasticidad neuronal decae para el lenguaje oral alrededor de la pubertad. En cambio, la lectura es un proceso completamente diferente. Tiene que ver con reutilizar porciones de la corteza visual y conectarlas con porciones de la corteza del lenguaje hablado, y ése es un procedimiento que permanece plástico por más tiempo. De hecho, podemos aprender a leer siendo adultos".
Y para finalizar agrega el Dr Dehaene: "Mientras nadie piensa que la lectura vaya a desaparecer, sí hay preocupación sobre el hecho de que los niños hoy escriben menos a mano. Esta habilidad es muy importante porque hay mucha investigación que demuestras que aprender a escribir a mano refuerza el aprendizaje de la lectura en los niños. Mi recomendación es que en los primeros años, mientras los chicos están aprendiendo a leer, tengan ejercicios de escritura a mano por lo menos dos o tres años. Y recién después aprendan a tipear en una computadora".


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